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En un acontecimiento que generó tanto expectativa como polémica, el Senado de Estados Unidos confirmó este viernes al expresentador de Fox News y miembro de la Guardia Nacional del Ejército, Pete Hegseth, como nuevo secretario de Defensa. La decisión fue alcanzada gracias al voto dirimente del vicepresidente JD Vance, tras un empate de 50-50 en la Cámara Alta.
La sesión plenaria fue suspendida momentáneamente para que el vicepresidente acudiera y emitiera su voto favorable, rompiendo así la igualdad y otorgando a Hegseth el liderazgo del Pentágono. Esta votación evidenció divisiones incluso dentro del Partido Republicano, con los senadores Susan Collins, Lisa Murkowski y Mitch McConnell sumándose a los demócratas en oposición a la nominación.
La designación de Hegseth, impulsada por el presidente Donald Trump, estuvo marcada por una intensa controversia. A lo largo del proceso, surgieron serias acusaciones en su contra, incluidas declaraciones de una excuñada que lo calificaron de «abusivo» hacia su exesposa y lo señalaron por conductas inapropiadas tanto en el ámbito privado como público.
Hegseth rechazó categóricamente estas acusaciones, calificándolas como parte de una «persecución política». Durante las audiencias en el Senado, defendió su idoneidad para el cargo, afirmando que su enfoque renovaría el Departamento de Defensa. “Soy un agente de cambio, una amenaza para el status quo, y eso es lo que quieren destruir», declaró.
Además de las acusaciones personales, los senadores manifestaron preocupaciones sobre su historial profesional. La senadora demócrata Patty Murray cuestionó su manejo de organizaciones para veteranos, algunas de las cuales terminaron en bancarrota bajo su liderazgo. “No veo cómo el llevar a la quiebra una organización sin fines de lucro lo califica para administrar un presupuesto de casi 900.000 millones de dólares», comentó, aludiendo a la magnitud del presupuesto del Pentágono.
A pesar de las objeciones, la confirmación de Hegseth establece un precedente. De haber sido rechazada su nominación, habría sido el primer candidato a secretario de Defensa en ser vetado por el Senado desde 1989, cuando John Tower no logró la confirmación.
Hegseth asume ahora el liderazgo de una de las instituciones más importantes de Estados Unidos, con la responsabilidad de gestionar a 1,3 millones de militares en servicio activo y un presupuesto masivo. Sin embargo, su nombramiento ha dejado una sombra de escepticismo y polémica, reflejo de la profunda polarización que atraviesa la política estadounidense.