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El reconocido director Carl Erik Rinsch, famoso por su trabajo en la película «47 Ronin», fue arrestado el martes en Los Ángeles bajo cargos de fraude electrónico y lavado de dinero. Las autoridades lo acusan de desviar $11 millones de dólares proporcionados por Netflix para la producción de una serie de ciencia ficción que nunca se emitió.
En 2018, Netflix acordó pagar aproximadamente $55 millones por una serie titulada «White Horse», que posteriormente fue renombrada como «Conquest». Sin embargo, el proyecto quedó inconcluso. Rinsch solicitó $11 millones adicionales, argumentando que eran necesarios para finalizar la producción. Según los fiscales, en lugar de destinar estos fondos al proyecto, el director los transfirió a una cuenta personal y los utilizó para inversiones de alto riesgo y compras lujosas.
Entre los gastos personales destacan:
$1.8 millones en facturas de tarjetas de crédito.
$1 millón en honorarios legales para demandar a Netflix por más dinero.
$3.8 millones en muebles y antigüedades.
$2.4 millones en la adquisición de cinco Rolls-Royce y un Ferrari.
$652,000 en relojes y ropa de lujo.
Además, Rinsch realizó inversiones en criptomonedas, obteniendo ganancias significativas que luego transfirió a su cuenta bancaria personal. A pesar de estas ganancias, el proyecto nunca se completó y Netflix canceló su desarrollo a principios de 2021.
Tras su arresto, Rinsch compareció ante un tribunal federal en Los Ángeles, donde se declaró no culpable y respondió únicamente a las preguntas del juez. De ser declarado culpable, podría enfrentar una pena máxima de hasta 90 años de prisión.
Este caso resalta la importancia de la supervisión financiera en la industria del entretenimiento y plantea interrogantes sobre la gestión de fondos en grandes producciones.