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El gobierno de Cuba hizo un enérgico llamado este sábado a impedir que las deportaciones masivas impulsadas por Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump se conviertan en una «arma de chantaje y presión política» contra otros países. En su intervención durante el XXV Consejo Político de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el canciller cubano, Bruno Rodríguez, denunció que estas deportaciones, motivadas por intereses políticos, son una violación de los derechos humanos y un ataque contra la dignidad de los migrantes.
Rodríguez destacó que las deportaciones masivas, muchas veces violentas y racistas, constituyen una flagrante violación de los derechos humanos y subrayó el uso de la base naval de Guantánamo por parte de Estados Unidos como una práctica «brutal e ilegal» que pone en peligro la seguridad y la paz no solo de Cuba, sino de toda la región.
Además, el canciller se refirió específicamente a la reciente deportación de más de 200 migrantes a El Salvador, acusados por Washington de presuntamente pertenecer a la organización criminal Tren de Aragua, aunque sin que se hayan presentado pruebas públicas sobre tales acusaciones. Rodríguez calificó estas deportaciones como un «acto atroz» y un trato cruel e inhumano.
En su discurso, el canciller cubano también apuntó directamente al secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, a quien acusó de ser el principal responsable de la persecución y deportación masiva de cubanos, incluidos muchos que llegaron de manera regular a EE.UU. y que contribuyen al país trabajando y pagando impuestos.
Rodríguez reiteró que la principal motivación de la migración cubana es económica y está directamente relacionada con el bloqueo estadounidense, al cual calificó como un acto «genocida». A pesar de las tensiones, el Gobierno cubano expresó su disposición a mantener el diálogo con la administración Trump para abordar asuntos migratorios y cooperar en la lucha contra el crimen organizado, el terrorismo y el narcotráfico.
La deportación de migrantes cubanos continúa siendo un tema sensible, y recientemente, 60 migrantes cubanos fueron devueltos a Cuba en el marco de los acuerdos migratorios bilaterales entre La Habana y Washington. Este grupo fue parte de las operaciones de deportación que se han intensificado desde que Trump asumió su segundo mandato en enero de este año.