|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, informó este viernes que la empresa estadounidense Chevron ha devuelto cargamentos de crudo a la estatal PDVSA, como resultado de las «restricciones» impuestas por las políticas del Gobierno de Estados Unidos, liderado por Donald Trump. Rodríguez destacó que estas medidas son consecuencia de la «guerra económica» que, según el Ejecutivo venezolano, afecta al país.
A través de un mensaje en su cuenta de Telegram, la funcionaria precisó que Chevron no ha podido realizar el pago de los cargamentos de crudo a Venezuela debido a las limitaciones impuestas por el gobierno estadounidense. A pesar de esta situación, aseguró que el crudo devuelto está siendo comercializado en los mercados internacionales, aunque no especificó cuáles.
La situación se enmarca dentro del contexto de la licencia otorgada a Chevron en noviembre de 2022, que permitió a la empresa operar en Venezuela bajo la administración de Joe Biden. Esta licencia fue extendida hasta el próximo 27 de mayo, después de que el gobierno de EE.UU. anunciara su vencimiento el pasado mes de marzo, en un contexto de tensiones diplomáticas y comerciales entre ambos países.
En marzo, el gobierno estadounidense también puso fin a las licencias de exportación de petróleo venezolano, como parte de una serie de sanciones y presiones sobre el gobierno de Nicolás Maduro. La medida, criticada por el Ejecutivo venezolano, refleja el deterioro de las relaciones entre los dos países y responde a la demanda de EE.UU. de acelerar la deportación de migrantes indocumentados de Venezuela.
La salida de Chevron de Venezuela podría representar un revés económico significativo para el país caribeño, que ha dependido de las operaciones de la petrolera estadounidense para la reactivación de su industria petrolera. En enero de 2025, Venezuela alcanzó un hito importante al superar el millón de barriles por día en producción de petróleo, una cifra no alcanzada desde 2019, según datos de la OPEP.
En paralelo, el gobierno venezolano ha declarado un estado de emergencia económica en respuesta a las políticas arancelarias impuestas por EE.UU. El decreto, aprobado por la Asamblea Nacional controlada por el chavismo, otorga a Nicolás Maduro la facultad de implementar medidas excepcionales para enfrentar la crisis económica, con el objetivo de estabilizar la economía y fomentar la producción nacional.
