En un acto celebrado en Caracas, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que las fuerzas de seguridad del país han capturado a siete «mercenarios extranjeros» en el transcurso del día de hoy, entre los cuales se incluyen dos individuos de nacionalidad estadounidense. Según Maduro, estos arrestos se suman a los 125 capturados en los meses de noviembre y diciembre, provenientes de 25 países distintos.
El mandatario venezolano afirmó que este grupo de «mercenarios» planeaba ejecutar «acciones terroristas contra la paz de Venezuela». Según su versión, las detenciones son parte de un esfuerzo para garantizar la estabilidad y seguridad del país, en medio de un contexto de creciente tensión política tras las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.
Maduro insistió en que jurará como presidente para un tercer sexenio consecutivo el próximo viernes 10 de enero, pese a las acusaciones de fraude electoral por parte de la oposición, que ha reivindicado la victoria de su líder, Edmundo González Urrutia. La oposición ha denunciado que las elecciones fueron manipuladas por el gobierno, señalando que el proceso fue ilegítimo.
El anuncio de las capturas ocurre en un clima de creciente polarización política en Venezuela, mientras la comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos en el país, especialmente tras las tensiones sobre la legitimidad del proceso electoral y las acusaciones de represión contra la oposición y los activistas de derechos humanos.
Este episodio refuerza las narrativas del gobierno de Maduro, que sostiene que las injerencias extranjeras y los intentos de desestabilización siguen siendo una amenaza para la «paz» y «soberanía» de Venezuela.