
Mientras tanto, los esfuerzos de rescate continúan en el río Potomac, donde las aeronaves cayeron. Hasta el momento, se han rescatado decenas de cuerpos, pero 14 personas permanecen desaparecidas. Los trabajos de recuperación fueron suspendidos al caer la noche, y se reanudaron el jueves con la esperanza de encontrar más víctimas.
Un informe preliminar de la Administración Federal de Aviación (FAA) reveló que la dotación de controladores aéreos en el momento del accidente no era suficiente para manejar el volumen de tráfico aéreo, lo que podría haber influido en la tragedia. En ese momento, una sola persona estaba encargada tanto del control del tráfico aéreo de los aviones como de los helicópteros que sobrevuelan la capital.
Además de las investigaciones sobre el avión, los equipos federales buscan la grabadora del helicóptero Black Hawk que también estuvo involucrado en la colisión. Este helicóptero, con tres personas a bordo, realizaba un vuelo de entrenamiento, y según el secretario de Defensa Pete Hegseth, su tripulación era altamente experimentada.
El accidente ocurrió alrededor de las 20:48 hora local (01:48 GMT del jueves) cuando el avión comercial y el helicóptero militar colisionaron mientras el avión intentaba aterrizar en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington. Las autoridades han descartado la posibilidad de supervivientes.
El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha señalado que los estándares para la contratación de controladores aéreos durante los gobiernos de Barack Obama y Joe Biden fueron responsables del accidente.
Las autoridades chinas han confirmado que dos ciudadanos de su país están entre las 67 víctimas mortales del accidente. La Embajada de China en Washington ha expresado sus condolencias y ha solicitado asistencia para las familias de las víctimas.
El Aeropuerto Nacional Ronald Reagan reabrió hoy a las 11:00 hora local (16:00 GMT) tras el cierre temporal provocado por el accidente.
EFE