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Un juez federal determinó este lunes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene la autoridad para vetar a la agencia de noticias Associated Press (AP). Sin embargo, el magistrado Trevor McFadden, de la Corte del Distrito de Columbia, instó a Trump a reconsiderar su decisión. El veto fue impuesto después de que la agencia decidiera continuar llamando al golfo de México por su nombre tradicional, en lugar de adoptar el nuevo nombre «golfo de América», propuesto por el presidente.
La disputa comenzó cuando AP, en desacuerdo con el mandato presidencial, continuó utilizando el nombre original del golfo, un cuerpo de agua que comparte frontera con México y Cuba. En respuesta, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva el 20 de enero, en su primer día de regreso al poder, para renombrar el golfo como «golfo de América». Además, designó el 9 de febrero como el «Día del golfo de América».
El veto de Trump impide que los periodistas de la agencia accedan a lugares clave como el Despacho Oval, las ruedas de prensa presidenciales y el avión Air Force One. AP demandó a tres funcionarios de la Administración Trump, incluyendo a la jefa de gabinete Susie Wiles, el número dos Taylor Budowich y la portavoz Karoline Leavitt, alegando que la exclusión vulnera la libertad de expresión protegida por la Primera Enmienda de la Constitución.
El juez McFadden, quien fue designado por Trump, desestimó la solicitud de AP para suspender el veto, argumentando que la agencia no pudo demostrar que sufriera un daño irreparable. No obstante, McFadden señaló que la decisión de la Casa Blanca de «discriminar» a un medio de comunicación podría ser problemática y pidió al Gobierno reconsiderar su postura.
Por su parte, la Casa Blanca celebró la decisión del juez y defendió su postura, argumentando que el acceso al Despacho Oval o a bordo del Air Force One es un «privilegio», no un «derecho legal» de los medios de comunicación. En un comunicado, la administración de Trump reafirmó su enfoque en «responsabilizar a los medios de noticias falsas» por sus informes, al tiempo que destacó el nivel de acceso a la prensa, calificando su administración como «la más transparente de la historia».