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La alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Kaja Kallas, instó este martes al Consejo de Seguridad de la ONU a unirse en el apoyo a Ucrania, un país que, según destacó, «no quiere ser parte de Rusia y merece decidir su propio futuro». Kallas hizo este llamado en una sesión anual organizada por la Unión Europea y las Naciones Unidas, que, aunque en años anteriores había sido una reunión rutinaria, cobró una relevancia especial este año debido al giro de la política de Estados Unidos respecto a la guerra en Ucrania y su acercamiento hacia Rusia.
Durante su intervención, Kallas subrayó que la guerra en Ucrania «puede terminar en el momento en que Rusia decida poner fin a la agresión», ya que, según aseguró, la invasión rusa no ha logrado alcanzar sus objetivos. «La guerra puede acabar en este momento si Rusia, su único responsable, retira sus tropas y deja de bombardear a Ucrania», insistió la diplomática europea, añadiendo que la Unión Europea solo pide el respeto a «la carta de Naciones Unidas, un documento sacrosanto para un mundo seguro».
Kallas rechazó la idea de que la guerra en Ucrania sea un conflicto limitado a Europa o una «guerra por delegación», como sugieren tanto Rusia como Estados Unidos, y reafirmó que Ucrania es un estado soberano de 40 millones de personas que «ha luchado tres años para sobrevivir y conservar su independencia».
La respuesta de Rusia y Estados Unidos
El embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, respondió duramente a las palabras de Kallas, acusando a la Unión Europea de convertirse en «una apologista de la guerra». «La UE ha pasado de ser un bloque que promovía la cooperación con Rusia a convertirse en un bloque fosilizado, agresivo y rusófobo que ha comprometido su energía, su economía y su bienestar social en una confrontación con su vecino del este», afirmó Nebenzia, quien también aseguró que la UE está «perdiendo» en esta confrontación.
En cuanto a la postura de Estados Unidos, representado por la diplomática interina Dorothy Shea, el mensaje fue claro: el futuro de la seguridad de Ucrania debe ser responsabilidad de Europa. «Contamos con Europa y la UE para ayudar a facilitar y asegurar la paz. Y una vez que se logre la paz, será más urgente que nunca que la UE y sus países miembros jueguen un papel clave para proveer las garantías de seguridad», afirmó Shea. Según ella, Europa debe ser «fuerte, resiliente y autosuficiente para garantizar la paz y seguridad en el continente».
El debate refleja la creciente polarización en torno al conflicto en Ucrania y la evolución de las posturas internacionales respecto a la guerra, con la Unión Europea manteniendo una posición firme en apoyo a la soberanía ucraniana, mientras que Rusia y Estados Unidos siguen proponiendo enfoques diametralmente opuestos.