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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una dura advertencia a Irán luego de que fuerzas estadounidenses destruyeran tres de las principales instalaciones nucleares del país persa. “Habrá paz o tragedia”, declaró Trump en un mensaje a la nación desde la Casa Blanca, advirtiendo que su gobierno está listo para continuar los ataques si Teherán no cede.
En compañía del vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio y el secretario de Defensa Pete Hegseth, Trump explicó que las instalaciones de Natanz, Isfahán y Fordó —considerada la más importante— fueron “completamente destruidas” en una ofensiva aérea sin precedentes.
“Si la paz no llega pronto, tenemos muchos más objetivos listos para ser eliminados en minutos”, advirtió el mandatario. El ataque, realizado con bombarderos B-2 y misiles Tomahawk, fue descrito como un “éxito rotundo” por Trump, quien felicitó al Ejército y celebró la coordinación con Israel.
Horas después, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu elogió la decisión de Trump y aseguró que este operativo “cambiará la historia del mundo”.
Por su parte, la Organización de la Energía Atómica de Irán confirmó los ataques y denunció que se violó el Tratado de No Proliferación Nuclear. Aunque prometió acciones legales en tribunales internacionales, no habló de represalias militares, y sostuvo que el programa nuclear iraní continuará.
Trump respondió que cualquier intento de represalia será enfrentado con “una fuerza mucho mayor”. El secretario de Defensa dará este domingo más detalles en una conferencia de prensa en el Pentágono.
Este bombardeo marca la primera intervención directa de Estados Unidos en el actual conflicto entre Israel e Irán, que estalló el pasado 13 de junio. Washington había estado sopesando su participación en medio de tensiones por el presunto desarrollo de armas nucleares por parte del régimen iraní, algo que Teherán sigue negando
