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La administración de Donald Trump amplía su enfoque legal contra adversarios políticos y económicos. Tras la acusación federal contra el exdirector del FBI, James Comey, Trump señaló que otros podrían enfrentar escrutinio, incluyendo a los multimillonarios donantes demócratas George Soros y Reid Hoffman.
Según informó The New York Times, la Fundación Open Society, dirigida por Soros, podría ser objeto de investigaciones del Departamento de Justicia. La organización aseguró que sus actividades son “pacíficas y legales” y condenó los “ataques con motivaciones políticas contra la sociedad civil”. Por su parte, Hoffman, cofundador de LinkedIn y donante histórico del Partido Demócrata, también figura entre los posibles objetivos.
La acusación contra Comey se logró después de que Trump pusiera a un aliado, Lindsey Halligan, al frente del caso. Halligan presentó dos cargos ante un gran jurado, mientras que Trump celebró la acción en redes sociales con el mensaje: “¡JUSTICIA EN AMÉRICA!”.
Trump mencionó además que otros funcionarios demócratas, como Letitia James, fiscal general de Nueva York, podrían enfrentar investigaciones similares. Aunque expertos legales advierten que los casos presentan debilidades, la acción del expresidente ya genera inquietud en el sector empresarial estadounidense.
El mensaje es claro: la administración Trump no descarta ampliar sus investigaciones a figuras de alto perfil vinculadas a la financiación de causas liberales, según fuentes de The New York Times.
