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El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que el eventual suministro de misiles Tomahawk por parte de Estados Unidos a Ucrania representaría una escalada “muy peligrosa” en el conflicto. En declaraciones al diario Kommersant, Lavrov afirmó que Moscú no ha intentado persuadir a Washington, pues confía en que la Casa Blanca “comprende perfectamente las consecuencias” de una decisión de ese tipo.
“Partimos de que allí hay gente muy inteligente y experimentada que entiende todo por sí misma”, dijo Lavrov, al subrayar que la entrega de los Tomahawk “llevaría la situación a un plano totalmente diferente”. Según el canciller, solo los militares del país fabricante pueden operar estos sistemas, lo que implicaría una implicación directa de Estados Unidos en la guerra.
Lavrov advirtió que esta acción podría convertir “la guerra de Joe Biden en la guerra de Donald Trump”, aumentando al máximo la tensión entre Moscú y Washington.
El ministro también comentó un artículo del Financial Times que sugiere que EE. UU. estaría proporcionando información de inteligencia para atacar objetivos en territorio ruso. “Nos llamó la atención. He pedido a mis subordinados solicitar comentarios a los estadounidenses”, precisó.
En otro tema, Lavrov reiteró que Rusia espera la respuesta de Washington sobre la propuesta del presidente Vladímir Putin de extender por un año el tratado de control de armas nucleares START III, el último acuerdo vigente entre ambas potencias. Según el ministro, los contactos con el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional muestran una recepción “positiva, aunque cautelosa”, ante el temor de que China aproveche la prórroga para ampliar su arsenal nuclear.
