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El director general saliente de la BBC, Tim Davie, llamó este lunes al personal a “luchar por nuestro periodismo” en medio de una de las peores crisis de reputación que enfrenta la cadena pública británica, luego de que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazara con demandar a la corporación por 1.000 millones de dólares.
La controversia surgió tras un documental del programa Panorama, emitido en octubre de 2024, que habría editado selectivamente fragmentos del discurso que Trump pronunció el 6 de enero de 2021, día del asalto al Capitolio. Según los críticos, la edición dio la impresión de una “llamada directa a la acción violenta”, lo que desató una fuerte reacción del expresidente y su equipo legal.
Dimisiones y disculpas
En medio de la presión, Tim Davie y la jefa de noticias, Deborah Turness, presentaron su renuncia el 9 de noviembre de 2025. La decisión se produjo tras la filtración de un memorando interno escrito por el exasesor Michael Prescott, donde se denunciaban “problemas serios y sistémicos de imparcialidad” dentro de la BBC, especialmente en la cobertura relacionada con Trump.
El presidente de la BBC, Samir Shah, reconoció el error en la edición del programa y ofreció disculpas públicas el 10 de noviembre, calificando el hecho como “un error de juicio” que dio una impresión errónea sobre el discurso de Trump.
Amenaza legal de mil millones
Las disculpas no bastaron para el equipo del expresidente. Los abogados de Trump enviaron una carta a la BBC amenazando con una demanda por no menos de 1.000 millones de dólares, si la cadena no ofrece una disculpa formal y una compensación “apropiada” antes del 14 de noviembre.
“Defender la esencia del periodismo”
Durante una reunión interna con empleados, Davie admitió los errores cometidos, pero pidió mantener la confianza en la labor periodística de la BBC.
“Debemos defender la esencia de lo que hacemos: el periodismo libre y responsable. Si cedemos, perderemos algo más grande que un caso legal”, expresó el ejecutivo.
La corresponsal de medios de la BBC, Katie Razzall, calificó el caso como “territorio completamente nuevo para la corporación”, al señalar que, aunque medios estadounidenses ya han enfrentado amenazas legales similares de Trump, nunca una cadena pública europea había sido objeto de una acción de esta magnitud.
