El Gobierno de Venezuela ha rechazado enérgicamente una declaración conjunta emitida por Estados Unidos y Argentina, respaldada por una treintena de naciones, que pide una solución a la crisis política del país tras las elecciones de julio. Aunque el presidente Nicolás Maduro fue proclamado ganador, la oposición, encabezada por Edmundo González Urrutia, alega haber triunfado en los comicios.
A través de un comunicado, el Ejecutivo chavista calificó la declaración como un intento de un “grupo reducido” de “Gobiernos aliados” de EE.UU. para “agredir al pueblo venezolano”, señalando que contiene “mentiras y aspiraciones golpistas” que terminarán en fracaso.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y otros líderes, según Caracas, buscan presentar una fachada de defensa de los derechos humanos mientras imponen “medidas coercitivas ilegales” y tramitan acciones que “desconocen la voluntad democrática” del país.
Venezuela recordó que el Consejo Nacional Electoral ya se pronunció sobre los resultados, validados por el Tribunal Supremo de Justicia, y reiteró que las cifras de los comicios aún no se han desglosado públicamente. Por su parte, la oposición continúa insistiendo en su reclamación de victoria, respaldándose en el 83,5% de las actas que afirma haber obtenido de los centros de votación.
La declaración internacional llama a los líderes venezolanos a participar en diálogos constructivos para encontrar una transición política que garantice la estabilidad y el restablecimiento de las instituciones democráticas en el país.