El avance de la inteligencia artificial (IA) ha traído consigo oportunidades emocionantes, pero también ha suscitado serias preocupaciones respecto a su uso indebido. Entre las prácticas más preocupantes se encuentra la clonación de voz, que los estafadores están utilizando de manera cada vez más sofisticada para perpetrar fraudes millonarios.
Un estudio reciente realizado en el Reino Unido reveló que casi la mitad de los adultos, un alarmante 46%, no son conscientes de estas estafas, lo que subraya la urgente necesidad de incrementar la educación pública sobre este peligro inminente.
Las víctimas, engañadas por lo que creen que es un contacto cercano, a menudo acceden a las peticiones de los estafadores sin dudar de la veracidad de la llamada. El impacto de estos fraudes es considerable. Un caso notable involucró la sustracción de 51 millones de dólares australianos de una empresa en los Emiratos Árabes Unidos, donde los criminales usaron la clonación de voz para hacerse pasar por un alto ejecutivo, convenciendo a la empresa de realizar una transferencia de grandes sumas.
Este tipo de fraude no se limita a un solo lugar; se han reportado incidentes similares en todo el mundo, desde América del Norte hasta Europa y Asia, lo que destaca la necesidad de una vigilancia constante y de una mayor sensibilización sobre el uso de la IA en el ámbito delictivo.