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Donald Trump ha ganado las elecciones presidenciales de 2024, lo que lo convierte nuevamente en presidente de los Estados Unidos. Sin embargo, su regreso a la Casa Blanca se ve marcado por un escenario inédito: enfrenta múltiples causas legales que podrían afectar su mandato.
A pesar de las acusaciones y juicios pendientes, su victoria ha reabierto el debate sobre su capacidad para indultarse a sí mismo si llegase a ser condenado.
En la actualidad, Trump está imputado por tres casos importantes: el asalto al Capitolio en enero de 2021, la presunta injerencia electoral en Georgia durante las elecciones de 2020 y el caso Stormy Daniels, que involucra pagos ilegales para silenciar a la actriz porno.
Además, aunque el caso relacionado con los documentos clasificados de Mar-a-Lago fue finalmente desestimado, el ex presidente aún enfrenta la posibilidad de nuevas acusaciones relacionadas con la seguridad nacional.
Los tres casos pendientes de Trump
- El caso Stormy Daniels: En este juicio, Trump está acusado de hacer pagos ilegales para evitar la divulgación de su relación extramarital con la actriz Stormy Daniels. El ex presidente fue condenado por utilizar fondos de su empresa inmobiliaria para encubrir los pagos.
- Injerencia electoral en Georgia: La fiscal del distrito de Fulton, Fani Willis, ha acusado a Trump y otros 18 individuos de conspiración para cambiar el resultado de las elecciones de 2020 en Georgia. La acusación se centra en una llamada telefónica en la que Trump habría intentado presionar al secretario de Estado de Georgia para que «encontrara» los votos necesarios para anular la victoria de Joe Biden en el estado. Trump se enfrenta a 10 cargos en este caso, aunque el juicio aún no tiene fecha.
- El asalto al Capitolio: El 6 de enero de 2021, miles de seguidores de Trump irrumpieron en el Capitolio de EE. UU. mientras se ratificaban los resultados de las elecciones de 2020. Trump ha sido acusado de conspirar para defraudar a Estados Unidos, obstruir un procedimiento oficial y violar los derechos civiles de los ciudadanos al intentar invalidar sus votos. Aunque Trump ha negado todas las acusaciones, su defensa legal ha tratado de retrasar el proceso judicial argumentando que, al ser presidente en ese momento, era inmune a cualquier enjuiciamiento criminal. La Corte Suprema de EE. UU. será quien decida si este argumento es válido, con una audiencia programada para abril de 2025.
La posibilidad de un autoodio
El regreso de Trump a la presidencia ha abierto un nuevo debate sobre si un presidente puede indultarse a sí mismo en caso de ser condenado. La Constitución de EE. UU. establece que el presidente tiene el poder de otorgar indultos y clemencias, pero no menciona explícitamente si esto incluye a sí mismo. Esta ambigüedad ha dado lugar a especulaciones y teorías legales.
Los que argumentan que Trump no podría indultarse a sí mismo señalan que la regla fundamental de la justicia es que «nadie puede ser juez en su propio caso», lo que implicaría que un presidente no podría otorgarse un perdón personal. Sin embargo, como nunca se ha dado un caso similar, la cuestión podría terminar siendo resuelta por la Corte Suprema de EE. UU.
Por ahora, la situación legal de Trump no parece impedirle ejercer su mandato como presidente, ya que la Constitución no establece ninguna restricción para los candidatos que enfrenten acusaciones o condenas. Esto deja abierta la puerta a un posible enfrentamiento judicial, que podría llegar a ser uno de los temas clave de su segundo mandato si las causas legales no se resuelven antes de que asuma oficialmente el cargo.