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Ginebra. En un nuevo informe divulgado este viernes, la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos reveló que al menos 782 civiles han muerto y 1.143 han resultado heridos en los siete meses de asedio por parte de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) a la ciudad de El Fasher, capital del estado de Darfur Norte, en Sudán. Esta ciudad, uno de los últimos bastiones del gobierno en la región, ha sido escenario de intensos bombardeos y tiroteos.
El informe, basado en entrevistas con 52 personas que lograron escapar de la ciudad, denuncia el uso indiscriminado de armas explosivas en áreas densamente pobladas, así como ataques a instalaciones médicas. Según el documento, muchas víctimas han muerto en sus hogares, en mercados, cerca de hospitales y en las calles. En algunos casos, los cadáveres no pudieron ser recogidos debido a la intensidad de los bombardeos, permaneciendo expuestos al aire libre durante varios días.
Ataques a infraestructuras médicas y civiles
El informe también detalla cómo el Hospital Al Saudi, el único centro sanitario en El Fasher con capacidad para realizar operaciones quirúrgicas, ha sido atacado repetidamente con explosivos por las FAR. Además, el Centro Médico Tumbasi sufrió un ataque en agosto, que dejó 23 muertos y 60 heridos. Las instalaciones de salud continúan siendo un blanco constante en el conflicto.
El documento también subraya los ataques a campos de desplazados internos, como los de Zamzam y Abu Shouk, por parte de las FAR, lo que agrava aún más la crisis humanitaria en la región. Estos ataques, contra la población civil, podrían constituir crímenes de guerra, según las leyes internacionales.
Crisis humanitaria en Sudán
El conflicto entre el Ejército y las FAR comenzó el 15 de abril de 2023 y ha desatado una de las peores crisis humanitarias del mundo. Según las cifras de la ONU de octubre de 2024, el conflicto ha causado al menos 20.000 muertos, más de 33.000 heridos, 7,9 millones de desplazados internos y 2,1 millones de refugiados en otros países.
Llamado urgente a la acción
Volker Türk, jefe de derechos humanos de la ONU, urgió a las FAR a poner fin al asedio y a todas las partes en conflicto a respetar sus obligaciones bajo el derecho internacional, protegiendo a los civiles y cesando los ataques contra infraestructuras esenciales. La comunidad internacional continúa monitoreando la situación con preocupación y haciendo un llamado para una intervención urgente para mitigar la crisis.