En un giro inesperado, el presidente de Chile, Gabriel Boric, ha anunciado la implementación de lo que ha denominado una «transición tecnológica» en su vida diaria. En una conferencia de prensa celebrada esta mañana, el mandatario comunicó su decisión de dejar de utilizar teléfonos inteligentes con acceso a internet y optar, en su lugar, por modelos antiguos sin conexión a redes sociales.
“Las redes sociales son una herramienta valiosa, pero también pueden ser una fuente de ruido constante que desvía nuestra atención de lo esencial. He decidido concentrarme en lo verdaderamente importante y simplificar mi relación con la tecnología”, declaró Boric.
La decisión del presidente chileno ha generado un amplio debate en el ámbito político y en las redes sociales, paradójicamente, el lugar que ha decidido abandonar. Esta medida lo convierte en el segundo mandatario latinoamericano en optar por una postura similar. Cabe recordar que Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, también adoptó medidas tecnológicas conservadoras, aunque bajo un contexto muy distinto, que ha sido duramente criticado por sectores internacionales.
Mientras algunos sectores aplauden la decisión de Boric como un acto de enfoque y modernidad alternativa, otros han señalado el paralelismo con Maduro como motivo de controversia. Algunos analistas políticos consideran que este movimiento busca enviar un mensaje de introspección y liderazgo diferente en medio de una era digital saturada de información.