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La reciente emisión de órdenes ejecutivas por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado preocupación en la República Dominicana respecto a sus posibles implicaciones en las relaciones bilaterales y en la economía nacional. Analistas locales advierten sobre la necesidad de mantener un equilibrio en las relaciones con las grandes potencias, evitando mostrar favoritismo hacia alguno de los grupos en disputa.
Jesús Florián, analista y politólogo, considera que parte del discurso de Trump contiene retórica que podría no materializarse plenamente sin el respaldo del Congreso o de los tribunales. No obstante, destaca que Trump ha emitido más de 200 órdenes ejecutivas en áreas como migración, economía, medio ambiente y salud, muchas de las cuales podrían alterar la interacción global con Estados Unidos.
En el ámbito económico, el exsuperintendente de Bancos, Haivanjoe Ng Cortiñas, señala que el resurgimiento del proteccionismo estadounidense, con el aumento de aranceles y la reducción de impuestos a las empresas, podría tener diversas repercusiones. Advierte sobre la posibilidad de que la inversión extranjera directa regrese a Estados Unidos, afectando potencialmente a nuevas inversiones fuera de su territorio y, por ende, al nearshoring. La República Dominicana no está exenta de esta posibilidad. Además, menciona que una guerra arancelaria podría incrementar los precios en la economía estadounidense, exacerbando la inflación y afectando al sector agroalimentario debido a las deportaciones masivas.
Antonio Ciriaco, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, observa que la política de imponer aranceles a países aliados de Estados Unidos es contradictoria con la estrategia de «nearshoring» o «friendshoring». Aunque considera que la política comercial estadounidense es netamente aislacionista, sugiere que, si se implementan aranceles a México por sus exportaciones a China, la República Dominicana podría beneficiarse. Esto se traduciría en una desviación del comercio hacia el país, favoreciendo al sector de las zonas francas, ya que México es un competidor en este ámbito.
Las medidas migratorias adoptadas por Trump también generan inquietud. La instauración del programa «Quédate en México» y el refuerzo de la frontera, junto con la promesa de aumentar las deportaciones de inmigrantes indocumentados, podrían tener implicaciones para la República Dominicana. La experta en temas migratorios, Sarah D. Frank, indica que no todas las medidas anunciadas por Trump en materia migratoria son aplicables de inmediato y que muchas requieren el apoyo del Congreso o de los tribunales, lo que no siempre se logra. No obstante, considera que la emisión de visados desde la República Dominicana seguirá su curso normal debido a las buenas relaciones entre ambos países.
En cuanto al retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre Cambio Climático, el exministro de Medio Ambiente, Francisco Domínguez Brito, califica esta decisión como un retroceso preocupante. Afirma que esta medida afecta los esfuerzos globales para frenar el calentamiento global y pone en mayor riesgo a países vulnerables como la República Dominicana. Destaca que el cambio climático es una realidad que se vive cada día, con temperaturas más altas, tormentas más intensas, erosión costera y pérdida de biodiversidad que amenazan el futuro del país.
En resumen, aunque las recientes órdenes ejecutivas de la administración de Trump podrían tener implicaciones significativas para la República Dominicana, es esencial mantener una postura cautelosa y equilibrada en las relaciones internacionales, evaluando cuidadosamente los posibles impactos y adaptándose a los cambios en el entorno global.