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El gobierno de Estados Unidos ha decidido no imponer sanciones a Colombia tras el acuerdo alcanzado entre ambos países para la repatriación de migrantes colombianos indocumentados. Esta resolución pone fin al «impasse» diplomático que surgió cuando Colombia rechazó la llegada de vuelos militares estadounidenses destinados a la deportación de sus ciudadanos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, había amenazado con imponer aranceles del 25% a las importaciones colombianas y otras medidas punitivas si Colombia no aceptaba los vuelos de deportación. Sin embargo, tras las negociaciones, Colombia accedió a recibir a los deportados sin restricciones, incluyendo aquellos transportados en vuelos militares. Esta decisión llevó a la Casa Blanca a suspender las sanciones previamente anunciadas.
El canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, expresó que el «impasse» con Estados Unidos ha sido superado y destacó la importancia de mantener relaciones diplomáticas constructivas entre ambos países. Además, enfatizó que Colombia continuará trabajando en políticas migratorias que garanticen el trato digno de los migrantes y la seguridad nacional.
Este acuerdo refleja la complejidad de las relaciones bilaterales entre Colombia y Estados Unidos, especialmente en temas migratorios. Ambos gobiernos han acordado continuar con las negociaciones para establecer un marco más estable y efectivo en la gestión de la migración y la cooperación bilateral.
