El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró firme este martes en su decisión de mantener el veto a la agencia de noticias Associated Press (AP), luego de que la entidad se negara a utilizar el nombre “golfo de América” para referirse al Golfo de México, como lo ordenó el mandatario en una reciente directiva.
Durante una rueda de prensa desde su residencia en Mar-a-Lago, Florida, Trump destacó que AP ha estado equivocada en varios aspectos, incluyendo su cobertura sobre las elecciones y su trato hacia él y su administración. “No nos están haciendo ningún favor, y supongo que yo no les estoy haciendo ningún favor. Así es la vida”, expresó el presidente.
Trump acusó a la agencia de no seguir las nuevas directrices que su gobierno ha establecido. A pesar de que AP mencionó el nuevo nombre propuesto por Trump, “golfo de América”, en su guía de estilo, la agencia decidió seguir utilizando el nombre original “golfo de México”.
El cambio de nombre del Golfo fue una de las primeras decisiones simbólicas que tomó Trump tras su regreso al poder el pasado 20 de enero. El presidente firmó una orden ejecutiva que modifica oficialmente el nombre del golfo y, además, proclamó el 9 de febrero como el “Día del Golfo de América”.
El mandatario reiteró que continuará con el veto a AP si la agencia persiste en usar la denominación “golfo de México”. “Tengo derecho a hacerlo. Se llama golfo de América, ahora ya no se llama golfo de México”, recalcó.
Además, el 14 de febrero, la Casa Blanca bloqueó formalmente el acceso de AP al Despacho Oval y al avión presidencial Air Force One, en una medida que parece apuntar a una resolución del conflicto. En sus declaraciones, Trump reiteró su orgullo por la nación y su deseo de restaurar el “orgullo estadounidense” a través de esta y otras decisiones simbólicas.
“La grandeza de EE. UU. merece ser celebrada, y es apropiado que nuestra gran nación conmemore este trascendental cambio de nombre”, concluyó el presidente. La polémica continúa, y se espera que este tema siga siendo un punto de fricción entre la Casa Blanca y los medios de comunicación.