|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
El pasado lunes, el suroeste de Detroit amaneció sumido en caos tras la rotura de una tubería principal de agua, que inundó varias calles en una de las zonas más densamente pobladas de la ciudad. Gary Brown, director del Departamento de Agua y Alcantarillado de Detroit (DWSD), calificó el incidente como el mayor de su tipo en los diez años que lleva al frente de la institución. La Autoridad del Agua de los Grandes Lagos (GLWA) y el DWSD coordinaron esfuerzos para asistir a los residentes afectados por las aguas heladas que inundaron vehículos, contenedores de basura y calles, alcanzando incluso varios metros de altura en algunos casos.
El problema comenzó en la intersección de N. Green y Rowan, donde la tubería de 54 pulgadas se rompió, provocando que el agua se filtrara por las calles de Regular y Beard, afectando no solo las vías públicas, sino también las viviendas cercanas. Los sótanos de muchas casas se inundaron, lo que dejó a varios residentes, como Rubén Rodríguez, atrapados fuera de sus hogares. «Esto nunca había pasado antes», comentó Rodríguez, quien no pudo regresar a su casa debido a la gravedad de la inundación. En algunos casos, los equipos de rescate debieron intervenir para salvar a personas atrapadas, como un hombre que quedó varado en el techo de su coche.
Los equipos de emergencia trabajaron rápidamente para controlar la situación, pero la magnitud de la rotura requerirá una reparación completa que podría tomar al menos dos semanas. La GLWA informó que estaba trabajando para aislar la rotura y detallar los daños, pero el proceso de excavación y reemplazo de la tubería de 3,7 metros no es sencillo y dependerá del suministro de materiales. A pesar de la situación, el sistema de alcantarillado de la ciudad tiene la capacidad suficiente para drenar el agua acumulada en las calles y evitar más daños.
Para asistir a los afectados, el Ayuntamiento de Detroit ha ofrecido alojamiento en hoteles y la provisión de alimentos para los residentes desplazados. Además, la ciudad financiará las reparaciones de calefacción y calentadores de agua no asegurados, y llevará a cabo la limpieza de los sótanos inundados. Esta medida es crucial, ya que muchos residentes, como Hoskins y Ortiz, han sufrido daños significativos en sus hogares y pertenencias, mientras la ciudad sigue trabajando en las labores de recuperación.
Las autoridades locales siguen visitando a los residentes para asegurarse de que reciban la ayuda necesaria, especialmente aquellos que no tienen cobertura de seguro contra inundaciones. Aunque muchos aún no han podido evaluar el daño a sus propiedades, el trabajo de reparación y apoyo sigue en marcha. A medida que los equipos comienzan a limpiar las viviendas menos afectadas, los residentes de Detroit intentan recuperarse de una de las peores inundaciones que la ciudad ha experimentado en los últimos años.
