Getting your Trinity Audio player ready...
|
El Gobierno de Ruanda ha anunciado hoy la decisión de romper relaciones diplomáticas con Bélgica, con efecto inmediato. La medida, tomada tras una cuidadosa evaluación de varios factores, responde a lo que las autoridades ruandesas consideran como intentos persistentes de Bélgica por mantener actitudes neocoloniales y una postura hostil hacia Ruanda.
En un comunicado oficial, el Gobierno de Ruanda acusó a Bélgica de socavar el país africano de manera sistemática, tanto antes como durante el conflicto en curso en la República Democrática del Congo (RDC), en el que Bélgica desempeña un papel histórico que, según Ruanda, ha sido profundamente violento y contraproducente para la paz en la región.
La decisión de cortar los lazos diplomáticos también responde a la postura de Bélgica en el conflicto regional, que Ruanda considera que está siendo favorecida en detrimento de sus propios intereses. Las autoridades ruandesas han señalado que Bélgica continúa utilizando mentiras y manipulación en foros internacionales para presentar a Ruanda de manera injusta, lo que, a su juicio, busca desestabilizar tanto al país como a toda la región de los Grandes Lagos.
El comunicado también subraya el papel histórico negativo de Bélgica en la exacerbación de las tensiones étnicas que condujeron al genocidio de 1994, acusándola de haber alimentado el extremismo y permitido que el territorio belga sea utilizado por grupos que niegan el genocidio o promueven su ideología.
«La decisión de hoy refleja el compromiso de Ruanda con la defensa de sus intereses nacionales, la dignidad de su pueblo y el respeto a los principios de soberanía y paz», señala el comunicado.
Como parte de la ruptura diplomática, el Gobierno de Ruanda ha exigido que todos los diplomáticos belgas en el país abandonen Ruanda en un plazo máximo de 48 horas. Además, en cumplimiento de la Convención de Viena, Ruanda ha asegurado que tomará las medidas necesarias para garantizar la protección de las instalaciones, propiedades y archivos de la misión diplomática belga en Kigali.
Esta medida marca un nuevo capítulo en las tensas relaciones entre ambos países, que tienen una historia compleja marcada por el colonialismo y los eventos que llevaron al genocidio en Ruanda.