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El presidente del Senado de Colombia, Efraín Cepeda, advirtió este martes que cualquier intento de desmantelar o eliminar al Congreso colombiano sería considerado un golpe de Estado. La declaración de Cepeda surge tras los comentarios del presidente Gustavo Petro, quien hizo un llamado a la ciudadanía para rebelarse contra aquellos que se oponen a sus reformas, especialmente las reformas laboral y a la salud. La reforma laboral, uno de los proyectos clave del gobierno de Petro, fue archivada este martes por la Comisión Séptima del Senado.
Cepeda, líder del partido Conservador y opositor al gobierno de Petro, afirmó que el Congreso de Colombia es legítimo y que sus decisiones son tomadas de manera independiente. “La única manera de que un senador no vuelva es que no se presente o que no sea elegido en el siguiente periodo. Pero es peligroso hablar de golpe de Estado. El golpe de Estado no es solo intentar tumbar al presidente, sino también intentar tumbar a un Congreso legítimamente elegido con 22,6 millones de votos”, expresó Cepeda a los medios de comunicación.
El mandatario Gustavo Petro, por su parte, durante una manifestación en la Plaza de Bolívar de Bogotá en defensa de sus reformas, declaró que el Senado debería votar a favor de sus propuestas para permitir que el pueblo se exprese. «Si no aceptan la consulta, el pueblo los sacará del Congreso», afirmó Petro, quien también señaló que “se acabaron los corruptos en el Congreso”.
Mientras Petro dirigía su discurso en la plaza, la Comisión Séptima del Senado, ubicada en el Capitolio Nacional, archivaba la reforma laboral, la cual había sido aprobada previamente en la Cámara de Representantes. Esta reforma, según el gobierno, buscaba mejorar las condiciones laborales y generar 91,000 nuevos empleos, aunque fue rechazada por sectores empresariales que argumentaron que sus beneficios podrían incentivar la informalidad en el trabajo.
En respuesta a la decisión del Senado, Petro calificó la manifestación como «histórica» y acusó a los ocho senadores que votaron en contra de la reforma de actuar en beneficio de intereses particulares, en detrimento del bienestar general. En sus redes sociales, el presidente aseguró que la decisión de los senadores representaba “una ruptura total de la Constitución” y un ataque a la institucionalidad. Además, criticó a los miembros de la Comisión Séptima por haber actuado «en contra del interés general y en favor del particular».
La tensa situación entre el ejecutivo y el legislativo ha puesto en el centro del debate las futuras reformas propuestas por el gobierno de Petro, mientras el país sigue observando cómo se desarrollan los próximos pasos en este conflicto institucional.
