Getting your Trinity Audio player ready...
|
El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS) hizo públicos este martes los registros migratorios del príncipe Enrique, duque de Sussex. Sin embargo, la divulgación de los documentos fue parcial, ya que se omitieron detalles cruciales, como la solicitud de visado del duque y su respuesta relacionada con el consumo de drogas.
Los seis documentos judiciales, que incluyen fragmentos y páginas censuradas, fueron entregados en cumplimiento de una solicitud presentada por la Fundación Heritage. Sin embargo, se evitaron dar detalles sobre lo que el duque de Sussex incluyó en su formulario de inmigración, centrando la atención en los expedientes judiciales de diversas agencias federales, según informó la cadena CBS News.
Uno de los documentos liberados advierte que la divulgación de la información exacta podría causar «daño potencial en forma de acoso». Además, la Fundación Heritage había demandado al DHS para obtener más detalles sobre el proceso de aprobación del visado, luego de que las confesiones de Enrique sobre su consumo de drogas en su libro ‘Spare’ generaran dudas sobre su elegibilidad para ingresar a EE.UU.
El interés de la Fundación Heritage radica en que, según la legislación estadounidense, el consumo de drogas puede hacer que una persona sea considerada inadmisible para su entrada al país. De acuerdo con este centro de pensamiento conservador, el historial de inmigración del hijo menor de Carlos III debe ser público, dada la relevancia del caso.
En un documento judicial fechado el 13 de febrero, la Fundación Heritage señaló que el duque de Sussex «probablemente violó numerosas leyes que deberían haberlo inhabilitado para la admisión» a EE.UU. Asimismo, el think tank expresó su preocupación de que, si Enrique fue admitido sin una exención ni una entrevista con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), esto representaría un «trato preferencial que socavaría la confianza pública en la aplicación de la justicia igualitaria ante la ley».
El duque de Sussex ha relatado en su libro de memorias ‘Spare’ (En la sombra) que consumió drogas, como cocaína y marihuana, durante su adolescencia. También mencionó que consultó a una mujer con «poderes», quien le aseguró que su difunta madre, la princesa Diana de Gales, aprobaba su decisión de iniciar una nueva vida en EE.UU. junto a su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle.
Los duques de Sussex, padres de dos hijos, se casaron en 2018 y, tras su decisión de abandonar la familia real británica, han residido en California desde 2020.
Este episodio ha vuelto a poner en primer plano la atención pública sobre los miembros de la realeza británica y sus interacciones con las leyes de inmigración de EE.UU.