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El Presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, calificó como un «absurdo» el informe de Amnistía Internacional (AI), que denuncia políticas discriminatorias contra migrantes haitianos en el país. Durante su rueda de prensa semanal en el Palacio Nacional, Abinader respondió directamente a las acusaciones realizadas por la organización de derechos humanos, en las que se asegura que las autoridades dominicanas no están protegiendo adecuadamente a los migrantes haitianos ni a los dominicanos de ascendencia haitiana.
«Eso es un absurdo. Amnistía Internacional lo que tiene que hacer es trabajar de vocero para pacificar a Haití», expresó el mandatario, desestimando las acusaciones de racismo estructural que señala AI en su informe publicado el pasado viernes.
Amnistía Internacional ha insistido en la necesidad de que el gobierno dominicano termine con las «declaraciones, prácticas, políticas y decisiones antiderechos humanos» que favorecen la discriminación y que han creado un entorno de racismo estructural. La directora para las Américas de AI, Ana Piquer, también destacó que el presidente Abinader tiene la oportunidad de liderar «acciones concretas para fortalecer el respeto a las voces críticas» y garantizar un entorno donde se proteja la justicia racial.
El informe de AI subraya la creciente violencia contra personas defensoras de los derechos de los migrantes haitianos, dominicanos de ascendencia haitiana y afrodescendientes. Además, se refiere a la repatriación masiva de haitianos, que comenzó en octubre de 2024, cuando el gobierno dominicano implementó un plan de deportaciones. Según la Dirección General de Migración (DGM), más de 151,000 personas han sido deportadas a Haití desde entonces, con casi 13,000 repatriados solo en los primeros 15 días de marzo.
Amnistía Internacional, en su comunicado y publicaciones en redes sociales, ha condenado estas expulsiones, calificándolas como «crueles y racistas», especialmente considerando las condiciones de violencia extrema que enfrenta Haití. En 2024, más de 5,600 personas murieron en ese país a causa de la violencia, lo que ha generado preocupaciones sobre el destino de los deportados.
