Un año después de la tragedia que sacudió a Baltimore, familiares de las seis víctimas mortales del colapso del puente Francis Scott Key siguen buscando justicia. El accidente ocurrió el 26 de marzo de 2024, cuando el carguero DALI, de 300 metros de eslora y bandera de Singapur, colisionó con uno de los pilares del puente, causando la caída de una sección del mismo.
Seis trabajadores, todos hispanos, que realizaban tareas de mantenimiento en el puente, perdieron la vida. Las víctimas fueron José Mynor López (37 años), Maynor Yasir Suazo-Sandoval (34), Miguel Ángel Luna González (49), Alejandro Hernández Fuentes (35), Carlos Daniel Hernández Estrella (24) y Dorlian Ronial Castillo Cabrera (26), originarios de México, Guatemala, Honduras y El Salvador.
El gobernador de Maryland, Wes Moore, y el alcalde de Baltimore, Brandon Scott, participaron en la ceremonia de conmemoración, celebrada el miércoles 26 de marzo. Moore recordó la trágica mañana que cambió la vida de la región y expresó su solidaridad con las familias de las víctimas, a quienes dirigió un mensaje en español.
Un año después de la tragedia, los abogados de las familias de las víctimas insisten en que los propietarios y operadores del DALI fueron responsables por su negligencia. Las investigaciones confirmaron múltiples fallos por parte de la tripulación y las compañías responsables del barco, lo que resultó en la pérdida de vidas y la destrucción del puente.
Aunque en octubre de 2024 las empresas Grace Ocean Private Limited y Synergy Marine Private Limited acordaron pagar 101,9 millones de dólares a las autoridades estadounidenses, los familiares de las víctimas presentaron una demanda por la muerte de los trabajadores, pero aún no han llegado a un acuerdo.
El colapso del puente también tuvo un fuerte impacto en la economía local, al bloquear el acceso al puerto de Baltimore. El canal de acceso fue despejado en junio de 2024, lo que permitió la reactivación del tráfico marítimo comercial. La reconstrucción del puente, que se estima costará entre 1.700 y 1.900 millones de dólares, tomará alrededor de cuatro años para completarse.
Un año después, la lucha por justicia continúa mientras los afectados intentan sanar las heridas de una tragedia que marcó a toda la comunidad de Baltimore.
