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El líder conservador Friedrich Merz vivió este martes un revés sin precedentes en la historia política de Alemania al no lograr ser elegido canciller en la primera votación del Parlamento. A pesar de contar teóricamente con la mayoría necesaria gracias a una coalición entre la Unión Cristianodemócrata (CDU), la Unión Socialcristiana (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD), Merz no alcanzó los 316 votos requeridos.
El Bundestag emitió 621 votos, de los cuales 310 fueron a favor, 307 en contra, con tres abstenciones y un voto nulo. Esto significa que al menos cinco diputados de la coalición prevista votaron en contra del candidato conservador, en lo que se interpreta como una traición interna que ha causado una profunda crisis de confianza en el bloque.
La presidenta de la Cámara Baja, Julia Klöckner, suspendió la sesión para consultas entre los líderes parlamentarios. El rostro serio de Merz, convencido hasta el último momento de su victoria, reflejaba el desconcierto en su partido. La tensión fue evidente entre los diputados de la coalición, mientras que desde la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), su copresidenta Alice Weidel aprovechó para exigir la retirada de Merz y la convocatoria de nuevas elecciones.
La CDU expresó su enfado hacia el SPD, aunque su copresidente Lars Klingbeil negó cualquier ruptura de disciplina en su bancada. La incertidumbre se trasladó incluso a los mercados: el índice bursátil DAX cayó un 1,4 % tras conocerse el resultado.
El procedimiento constitucional prevé una nueva votación en un plazo máximo de 14 días, en la que Merz podría volver a presentarse, aunque no se descarta la postulación de otro candidato. A pesar del revés, desde la CDU aseguraron que Merz cuenta con todo el respaldo del partido y que aún confían en su investidura.
El veterano político de 69 años, que aspiraba a suceder a Angela Merkel tras su retiro, enfrenta ahora el mayor desafío de su carrera.
EFE








