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El fundador de Amazon, Jeff Bezos, y la expresentadora Lauren Sánchez se casaron este viernes en Venecia, dividida por el impacto de esta gran boda en una ciudad ya abarrotada de turistas pero que espera sacar rédito de los festejos.
La ceremonia fue el punto culminante de una semana de fiestas, entre superyates e invitados famosos. El conocido hotel Aman elegido por los novios, un palacio renacentista con un precio mínimo de 2.000 euros (2.340 dólares) por noche, colgó el cartel de completo.
Para Chiara Trabuio, de 26 años, «esta boda es aceptable hasta cierto punto porque genera dinero». «Pero va contra la cultura y la naturaleza de la ciudad», señaló la estudiante, que vive en Mestre, una localidad en tierra firme justo enfrente de Venecia.
La boda se celebró en un gran anfiteatro al aire libre con una serenata de Matteo Bocelli, hijo del famoso cantante de ópera Andrea Bocelli, según los medios.
Sánchez tenía previsto lucir 27 vestidos durante las celebraciones, según la prensa.
«Pequeño Montecarlo»
Entre los invitados, figuraban la estrella de la telerrealidad Kim Kardashian, la hija del presidente estadounidense Ivanka Trump, el actor de Hollywood Leonardo DiCaprio, la reina Rania de Jordania o la presentadora Oprah Winfrey.
Preguntado por lo que más le gustaba de la ciudad de los canales, Bezos dijo sonriente junto a su mujer en una lancha: «¡Miren a su alrededor! Esta ciudad parece imposible, no puede existir, y sin embargo aquí está», en un vídeo publicado el jueves por el diario La Repubblica.
A pesar de las reticencias de parte de la población, las autoridades locales defendieron acoger la boda del magnate, uno de los hombres más ricos del mundo, que posee unos 215.000 millones de dólares en acciones de Amazon.
El presidente de la región, Luca Zaia, explicó que Bezos donará 3 millones de euros (3,5 millones de dólares) a una asociación de protección de la laguna, la Universidad Internacional de Venecia y la Unesco.
«El 80% de los gastos de esta boda, cuyo coste se estima en al menos 40 millones de euros (46 millones de dólares), tendrá un impacto en nuestras empresas y nuestros residentes», aseguró Zaia, un político de ultraderecha que gobierna la región del Véneto.








