|
Getting your Trinity Audio player ready...
|
El presidente estadounidense, Donald Trump, rompió este viernes con efecto inmediato la negociación comercial con Canadá por no estar de acuerdo con gravámenes previstos por ese país y arremetió contra la Unión Europea, a la que acusó de ser «muy desagradable».
Debido a ese gravamen, según añadió, Estados Unidos da por terminadas «TODAS» las discusiones comerciales con Canadá «con efecto inmediato» y en los próximos siete días comunicará al país los nuevos porcentajes.
El impuesto que provocó su enfado, y que Canadá aplicará de forma retroactiva desde 2022, grava con un 3 % los ingresos por encima de 20 millones de dólares que las empresas obtienen de servicios digitales de residentes canadienses.
Ottawa, según Trump, está siendo un socio con el que está resultando complicado tratar, pero el líder republicano les advirtió que no se encuentran en posición ventajosa.
«Tenemos todas las cartas. Todas ellas. Y no queremos hacer nada malo, pero tenemos mucho poder económicamente sobre Canadá. Preferiría no utilizarlo», explicó reprochando que su vecino del norte haya copiado a Europa con esos aranceles a las tecnológicas.
Mientras, el primer ministro canadiense, Mark Carney, pareció ignorar tanto esa amenaza como el cierre del diálogo: «Seguiremos realizando estas complejas negociaciones en el mejor interés de los canadienses», dijo.
Canadá no fue el único que estuvo en el punto de mira del neoyorquino, ya que el bloque comunitario también centró las distintas críticas lanzadas a lo largo del día.








