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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que la Guardia Nacional y diversos cuerpos federales desplegados en Washington permanecerán en la capital “por un largo tiempo”, en el marco de un plan que busca reforzar la seguridad en la ciudad.
“Nos vamos a quedar por un largo tiempo (…) queremos que nuestra ciudad sea perfecta”, afirmó el mandatario durante una visita a una sede policial en Anacostia, uno de los vecindarios con mayores índices de criminalidad, donde estuvo acompañado de unos 300 agentes de distintas agencias federales, incluyendo el FBI, la DEA y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Trump había anunciado previamente que patrullaría junto a las fuerzas de seguridad, aunque finalmente se limitó a encabezar un acto de agradecimiento a los agentes, con quienes compartió pizza.
El pasado 11 de agosto, el mandatario tomó control de la seguridad de Washington, en principio por 30 días, amparado en la legislación que le permite intervenir la autoridad local en casos de “emergencia”. Ahora, Trump planea extender el periodo de control federal mediante una petición al Congreso.
“Quiero que Washington sea un lugar limpio y seguro. No habrá tolerancia para la barbarie, la suciedad y la escoria”, declaró.
Desde la intervención federal, al menos seis estados gobernados por republicanos —entre ellos Virginia Occidental, Ohio y Luisiana— han enviado efectivos adicionales, elevando a más de 2.000 el número de soldados de la Guardia Nacional en la capital.
La medida, sin embargo, ha generado críticas entre residentes y autoridades locales. Encuestas recientes señalan un amplio rechazo ciudadano, mientras que el vicepresidente JD Vance y el secretario de Defensa Pete Hegseth fueron abucheados durante una visita a las tropas en la estación central de tren.
Asimismo, organizaciones civiles han denunciado accidentes derivados de la militarización de las calles. Uno de los más recientes ocurrió cerca de la Explanada Nacional, cuando un Humvee de la Guardia Nacional chocó contra un vehículo civil, dejando al conductor herido.
De acuerdo con la fiscal general Pam Bondi, el operativo ha dejado hasta ahora 630 arrestos y el decomiso de 86 armas ilegales, además de intervenciones de ICE que resultaron en 24 detenciones adicionales.
Trump abandonó el lugar en el automóvil presidencial, conocido como “La Bestia”, sin participar en los patrullajes como había anunciado.
