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El presidente estadounidense, Donald Trump, comenzara este miércoles una visita de Estado de dos días al Reino Unido, en un viaje que refuerza la llamada “relación especial” entre Washington y Londres, pese a las diferencias ideológicas con el Gobierno laborista de Keir Starmer.
Trump será recibido por los reyes Carlos III y Camila en el castillo de Windsor, donde también presentará una ofrenda floral en la tumba de la reina Isabel II y participará en un desfile y sobrevuelo militar junto al primer ministro británico y sus respectivas esposas.
La jornada culminará con un banquete de Estado y discursos de los monarcas y del presidente estadounidense.
Durante la visita, Trump y Starmer abordarán temas de cooperación económica, tecnológica y energética, incluyendo la firma de acuerdos sobre plantas nucleares y proyectos de inversión en ciencia y tecnología. Asimismo, ambos líderes impulsan un acuerdo de prosperidad económica que reduce aranceles sobre automóviles, acero y aluminio, y facilita el comercio de carne de res y otros productos estadounidenses.
No obstante, se esperan diferencias en asuntos internacionales como la guerra en Ucrania y el conflicto en Gaza, donde Starmer busca un enfoque más alineado con Ucrania y Palestina, mientras Trump mantiene lazos con Rusia y un estilo más neutral sobre la ofensiva israelí.
La visita también ocurre en un contexto delicado para Starmer, tras la reciente destitución del embajador británico en Washington, Peter Mandelson, por su vinculación con el caso de Jeffrey Epstein.
Esta es la segunda visita de Estado de Trump al Reino Unido, un hecho inédito para un presidente estadounidense, y refleja la afinidad del magnate por el país y la realeza británica, reforzada por sus raíces escocesas y su reciente visita privada a Escocia.








