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El despliegue naval estadounidense frente a Venezuela ya es el más grande en la historia del país desde la Guerra del Golfo (1990-1991), según un estudio del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), a la espera del arribo del grupo de ataque del portaaviones USS Gerald Ford.
“No mandas a uno de tus más importantes activos navales para estar parado… Lo más probable es un ataque con misiles”, advirtió el coronel retirado Mark Cancian, autor del análisis.
Composición y alcance
Con la llegada del Ford, EE. UU. contará con:
- 8 buques de guerra (6 destructores)
- 3 buques anfibios
- 1 submarino
- Más de 700 misiles, incluyendo 180 Tomahawks de largo alcance
- Bombarderos estratégicos, helicópteros SH-60R y cazas embarcados
Este despliegue supera los niveles observados en las operaciones de Panamá (1989) y Granada (1983), y se considera el más grande en Latinoamérica en al menos 25 años, posiblemente 40.
Proyección y tensión
El Ford, actualmente frente a costas italianas, agrupa su convoy completo con buques de abastecimiento para campañas prolongadas. Según el CSIS, el Caribe ha sido una región de baja atención militar durante décadas, lo que refuerza la lectura de una escalada estratégica.
Expertos como Stephen Biddle (Columbia) y Michael Desch (Notre Dame) señalan que, aunque no hay fuerza suficiente para una invasión terrestre, el despliegue permite una campaña aérea de gran escala, similar a la ordenada por Trump contra objetivos hutíes en Yemen.
Además, el establecimiento de campamentos militares en Puerto Rico podría anticipar movimientos logísticos mayores, aunque aún no se han concretado.
“Una vez mandas todo ese poder de combate, creas una situación que no es estable”, concluye Cancian.
