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Al menos seis personas murieron y decenas resultaron heridas en una nueva ola de ataques rusos contra diversas regiones ucranianas durante las últimas 24 horas, que también provocaron graves daños en infraestructuras críticas, edificios residenciales y vehículos.
En la región de Zaporiyia, las fuerzas rusas lanzaron 826 ataques contra 21 localidades, según informó el jefe de la Administración Militar Regional, Ivan Fedorov. Los bombardeos, que incluyeron 15 ataques aéreos y seis con sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, dejaron tres muertos y seis heridos.
En Jersón, los ataques con drones, artillería y misiles provocaron dos muertes y diez heridos, además de la destrucción de varios vehículos y un garaje privado, informó el jefe regional Oleksandr Prokudin.
En Kiev, un ataque con drones en la madrugada del sábado provocó incendios en el distrito de Pechersk, afectando a varios edificios y automóviles. En Dnipro, otro bombardeo dejó una persona muerta y once heridas, incluidos dos niños.
Asimismo, se registraron daños en infraestructuras industriales y energéticas en Odesa, Mikolaiv y Kirovogrado, donde los ataques con drones tipo Shahed provocaron incendios en instalaciones estratégicas.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso informó que sus tropas repelieron 14 intentos del ejército ucraniano de romper el cerco en la ciudad de Pokrovsk, en la región de Donetsk, y frustraron otros dos intentos de avance hacia Kúpiansk, en Járkov.
Los ataques se enmarcan en una intensificación del conflicto, mientras ambas partes reportan operaciones ofensivas y defensivas en distintos frentes del este y sur de Ucrania.
