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China y Estados Unidos dieron este sábado un paso importante para aliviar sus tensiones comerciales al acordar suspender durante un año las tasas portuarias que ambos países se impusieron el pasado octubre.
La medida, que entrará en vigor el próximo 10 de noviembre, forma parte de una tregua alcanzada tras la reunión de los presidentes Xi Jinping y Donald Trump en Busan.
Según el Ministerio chino de Comercio, Washington suspenderá sus investigaciones contra los sectores marítimo, logístico y de astilleros del país asiático, mientras que Pekín eliminará el arancel adicional del 24% aplicado a las mercancías estadounidenses.
Las llamadas “tasas portuarias especiales” habían sido instauradas en octubre como respuesta recíproca a las medidas tomadas por ambas naciones. Estados Unidos cobraba 50 dólares por tonelada neta a los buques chinos, y China aplicaba 56 dólares a los barcos norteamericanos, cifras que se incrementarían progresivamente hasta 2028.
Expertos del sector habían advertido que estas tarifas podrían encarecer el transporte marítimo y afectar las rutas comerciales, con pérdidas estimadas en más de 3.000 millones de dólares para 2026 si se mantenían vigentes.
Además del levantamiento de las tasas portuarias, los dos países acordaron reducir algunos aranceles recientes, eliminar restricciones a exportaciones estratégicas y relanzar el comercio agrícola. China también suspendió por un año las medidas de control sobre exportaciones de materiales clave, como tierras raras, componentes de baterías de litio y diamantes sintéticos.
El Ministerio de Comercio chino explicó que la suspensión de estos controles se mantendrá hasta el 10 de noviembre de 2026. La decisión busca facilitar la estabilidad de las cadenas de suministro y marcar un nuevo intento de cooperación tras meses de tensiones.
