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El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, advirtió que el tráfico aéreo podría “reducirse a un goteo” si continúa el cierre del gobierno federal, situación que ya ha generado cancelaciones, retrasos y desorden en los principales aeropuertos del país.
Duffy señaló que, de mantenerse la parálisis, el sistema de transporte enfrentará interrupciones masivas justo antes de la temporada de Acción de Gracias, uno de los periodos de mayor demanda del año. “Vas a tener el tráfico aéreo reducido a un goteo mientras todos intentan viajar para ver a sus familias”, afirmó, ante la creciente ausencia de controladores aéreos.
Datos de FlightAware indican que las cancelaciones superaron los 3.500 vuelos y los retrasos alcanzaron los 3.700 durante el fin de semana pasado. Solo el sábado se registraron 1.526 cancelaciones, y para la noche del domingo se anticipaban otras 1.000 suspensiones. Los aeropuertos más afectados incluyen Atlanta, Chicago, Charlotte y Newark, principalmente por la falta de personal en torres de control y centros de radar.
El sindicato de controladores aéreos entregó 1.600 cartas al Congreso solicitando resolver el desacuerdo presupuestario que mantiene a la plantilla sin salario desde hace casi un mes, obligándolos a cumplir horas extras. Muchos pasajeros han sufrido pérdidas económicas por cancelaciones y retrasos, aunque los vuelos internacionales de larga distancia no han sido afectados directamente.
La crisis también impacta la logística y la cadena de suministro, ya que aproximadamente la mitad de la carga aérea nacional se transporta en bodegas de aviones de pasajeros, lo que podría aumentar los costos y reflejarse en precios más altos al consumidor durante la temporada navideña.
La parálisis presupuestaria lleva 39 días y demócratas y republicanos aún no logran un acuerdo para reabrir el gobierno. El presidente Donald Trump urgió a resolver la situación: “¡Acabemos con la obstrucción parlamentaria!”.
