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El gobernador Ron DeSantis firmó una nueva ley que limita la compra de propiedades en el estado por parte de ciudadanos de siete países, destacando a China como el principal foco de atención. La medida, que entrará en vigor el 1 de julio, prohíbe la adquisición de terrenos o inmuebles situados a menos de 32 kilómetros (20 millas) de instalaciones militares o infraestructuras críticas a ciudadanos de China, Cuba, Rusia, Venezuela, Irán, Corea del Norte y Siria.
La legislación, identificada como SB 264, busca frenar lo que DeSantis considera una “influencia extranjera” en Florida. Sin embargo, la iniciativa ha generado críticas de expertos inmobiliarios, abogados y organizaciones civiles, que advierten sobre su posible impacto negativo en la economía y en el mercado de bienes raíces, especialmente en el área de Miami.
“Me parece muy preocupante”, señaló Danny Hertzberg, asociado de ventas de The Jills Zeder Group. “A largo plazo podría tener un impacto significativo en el mercado inmobiliario del estado”.
Otros agentes inmobiliarios, como Ron Yanks, gerente regional de Keyes Company, afirmaron que la medida ya ha causado incertidumbre entre los inversionistas extranjeros. “Hemos recibido llamadas de clientes chinos que se preguntan si deben continuar con sus compras o vender sus propiedades actuales”, dijo.
Desde el ámbito legal, la abogada Hongwei Shang argumentó que la norma discrimina injustamente a la comunidad china de Florida. “La mayoría de los chinos aquí no tienen vínculos con el Partido Comunista Chino; son ciudadanos comunes”, declaró a Axios, y adelantó que varios grupos asiático-estadounidenses planean demandar al estado, apelando a la 14ª Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que prohíbe la discriminación por raza u origen nacional.
La SB 264 también impide que las entidades gubernamentales de Florida celebren contratos con gobiernos o empresas vinculadas a los países señalados. Para críticos y defensores por igual, la ley marca un nuevo capítulo en la tensión entre la seguridad nacional y la libertad económica en uno de los mercados inmobiliarios más dinámicos de Estados Unidos.
