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El gobierno de Japón presentó este lunes una queja formal ante China tras las violentas declaraciones del cónsul general chino en Osaka, Xue Jian, quien amenazó públicamente a la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi.
El incidente se produjo luego de que Takaichi advirtiera en el Parlamento que un ataque militar de Beijing contra Taiwán podría considerarse “una amenaza a la supervivencia de Japón” y justificar acciones de defensa colectiva. En respuesta, el diplomático chino escribió en redes sociales: “No tenemos más remedio que cortar ese sucio cuello que se ha abalanzado sobre nosotros”, comentario que posteriormente fue eliminado.
El secretario jefe del gabinete japonés, Minoru Kihara, calificó el mensaje como “extremadamente inapropiado” y confirmó que Tokio exigió explicaciones a Beijing. También recordó que Xue ya había realizado comentarios similares en el pasado.
Desde Beijing, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lin Jian, defendió la reacción del diplomático alegando que respondía a “comentarios erróneos y peligrosos” sobre Taiwán, e instó al gobierno japonés a “reflexionar sobre sus responsabilidades históricas”.
La polémica ha generado reacciones internacionales. El embajador de Estados Unidos en Tokio, George Glass, denunció la amenaza y aseguró que “la máscara se ha vuelto a caer”, al compartir el mensaje eliminado de Xue en la red social X.
Pese a las críticas, la primera ministra Sanae Takaichi reafirmó su postura, insistiendo en que la defensa de Taiwán forma parte del marco legal japonés en caso de amenaza a la seguridad nacional.
Las tensiones entre China, Japón y Taiwán se agravan en un contexto de creciente rivalidad regional y de presión militar china sobre la isla autónoma, que Beijing considera una provincia rebelde.
