Categories

La enfermedad renal crónica: una amenaza silenciosa que puede prevenirse

La enfermedad renal crónica: una amenaza silenciosa que puede prevenirse

Getting your Trinity Audio player ready...

La enfermedad renal crónica (ERC) se ha convertido en uno de los mayores desafíos de salud pública a nivel mundial. Sus principales causas —diabetes y hipertensión— tienen una alta prevalencia en América y afectan a millones de personas, muchas de ellas sin saberlo.

Según el doctor Iván Porter, vicepresidente de nefrología de Mayo Clinic Florida, en Estados Unidos 40 millones de adultos (uno de cada siete) viven con ERC, y un 90 % desconoce su condición. En América Latina, las cifras son igualmente alarmantes: más de 100 millones de personas padecen diabetes, y más de un tercio de los adultos entre 30 y 70 años sufre hipertensión. La enfermedad renal ya figura entre las 10 principales causas de muerte y discapacidad en varios países, con El Salvador, Guatemala y Nicaragua entre los más afectados.

El especialista advierte que gran parte del daño es prevenible. La hipertensión no controlada ejerce presión constante sobre los vasos sanguíneos de los riñones, acelerando su desgaste. La diabetes mal controlada, por su parte, eleva la glucosa en sangre, que actúa como “veneno” para vasos y nervios, favoreciendo la proteinuria y el deterioro renal progresivo.

Síntomas que deben atenderse

Aunque la ERC rara vez presenta señales tempranas, la diabetes sí puede dar alertas: orinar mucho, sed excesiva, hormigueos, pérdida de sensibilidad o visión borrosa. En niños, síntomas como sed repentina, orina frecuente o cambios de peso deben motivar consulta inmediata, sobre todo si existen antecedentes familiares.

Alimentación y control

Porter subraya que la alimentación es clave: evitar bebidas azucaradas, alimentos procesados y carbohidratos refinados. El exceso de glucosa prolongado daña órganos vitales, siendo el riñón uno de los más afectados. En estadios avanzados de la ERC (3 y 4), recomienda un control metabólico más estricto y revisar medicamentos, ya que algunos deben ajustarse o suspenderse según la función renal.

Recomendaciones para proteger los riñones

  • Control regular de glicemia y presión arterial.
  • Evitar bebidas azucaradas y alimentos procesados.
  • Monitorear proteinuria mediante análisis de orina.
  • Realizar chequeos anuales, especialmente con antecedentes familiares.
  • Mantener un peso saludable y actividad física regular.
  • Conocer los propios números: presión, glicemia, creatinina y tasa de filtración glomerular.
  • Consultar de inmediato ante síntomas como confusión, somnolencia extrema, sed excesiva o visión borrosa.

El mensaje del especialista es claro: la detección temprana y la prevención son las mejores herramientas para cambiar la trayectoria de la enfermedad renal crónica en el mundo.

Forgot Password

Header Ad
Right Ad
Header Ad