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La historia volvió a cerrarse con un lazo perfecto en el escenario del Miss Venezuela. Treinta y cinco años después de que Andreína Goetz se llevara la corona nacional, su hija, Clara Vegas Goetz, repitió la hazaña y fue proclamada Miss Venezuela 2025, representando al estado Miranda. Con este triunfo, la joven se convierte oficialmente en la delegada venezolana rumbo al Miss Universo del próximo año.
A sus 23 años, Vegas Goetz ya suma una destacada trayectoria como actriz y modelo. Es graduada en artes escénicas y, según contó en una entrevista previa difundida por la organización, disfruta pintar, cantar, bailar y aprender nuevos idiomas. También confesó que conocer otras culturas es una de sus mayores pasiones, algo que espera llevar consigo a los escenarios internacionales.
Una gala reñida y llena de expectativas
La representante de Miranda logró imponerse en una final muy ajustada, donde la abogada María Evangelista Alayón, del estado Amazonas, quedó como primera finalista. El cuadro de honor lo completaron las delegadas de Monagas, Yaracuy y Mérida, seleccionadas entre un grupo diverso de candidatas que mantuvo al público atento durante más de tres horas de transmisión.
Un mensaje para las mujeres venezolanas
Durante la tradicional ronda de preguntas, Vegas Goetz destacó el rol fundamental de la mujer venezolana, a la que describió como “el motor y el corazón” del país. Aseguró que espera desarrollar proyectos que impulsen a las jóvenes a perseguir sus sueños y construir oportunidades para sí mismas.
La nueva reina también dirigió un mensaje en inglés, resaltando la capacidad de trabajo y resiliencia de los venezolanos, a quienes definió como personas que “siempre labran un mañana más brillante”, guiadas por la paz, el amor y la empatía.
Un país con tradición coronada
Venezuela mantiene una de las trayectorias más sólidas en los certámenes de belleza internacionales, con numerosas coronas en Miss Mundo, Miss Internacional y siete títulos de Miss Universo. Este legado incluso le otorgó un Récord Guinness por ser la única nación en ganar el Miss Universo en dos años consecutivos.
El evento, celebrado en Caracas, tuvo lugar en un contexto marcado por tensiones diplomáticas con Estados Unidos y una creciente incertidumbre aérea debido a la suspensión de vuelos hacia varios destinos. Aun así, la gala brilló con la elegancia y emoción que caracteriza al certamen.
Y entre luces, aplausos y una nostalgia inevitable, la noche dejó una imagen inolvidable: una hija siguiendo los pasos de su madre y devolviendo a la familia Goetz a lo más alto del trono de la belleza nacional.








