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La leyenda de la NBA, Michael Jordan, alcanzó este jueves un acuerdo con la NASCAR para cerrar una demanda federal por monopolio que amenazaba con alterar la popular serie automovilística en Estados Unidos.
El conflicto surgió cuando el equipo 23XI Racing, propiedad de Jordan, junto con Front Row Motorsports, demandaron a la organización por negarse a firmar los nuevos charters, el sistema que regula la participación de los equipos y la distribución de los premios.
Ambas escuderías alegaban que las normas eran injustas, limitaban los derechos de los equipos y reducían sus ingresos. Además, acusaban a la NASCAR y a su director ejecutivo, Jim France, de falta de transparencia y de controlar la competición en beneficio propio.
En un comunicado conjunto, las partes anunciaron que la NASCAR emitirá una enmienda para los actuales titulares de charters. Los términos financieros del acuerdo no fueron revelados.
“Desde el principio, esta demanda trataba de progreso”, expresó Jordan. “Se trataba de asegurarnos de que nuestro deporte evolucione de una manera que apoye a todos: equipos, pilotos, socios, empleados y aficionados”.
Jordan destacó que la competición ahora tiene la oportunidad de crecer sobre una base de mayor equidad.
Por su parte, Jim France aseguró que el acuerdo garantiza el futuro de la NASCAR para “las generaciones venideras” y reafirma el compromiso de preservar y mejorar el sistema de charters que entrará en vigor en 2026.
