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Una decena de líderes europeos y de la Unión Europea expresaron este lunes su respaldo a los “avances significativos” en los esfuerzos para alcanzar la paz en Ucrania. En una declaración conjunta, destacaron la importancia de crear una fuerza multinacional europea —con apoyo de Estados Unidos— que pueda operar en caso de un alto el fuego y garantizar la seguridad del país bajo supervisión internacional.
El documento fue firmado por el canciller alemán, Friedrich Merz; las primeras ministras de Dinamarca e Italia, Mette Frederiksen y Giorgia Meloni; los primeros ministros de Polonia, Reino Unido, Suecia, Noruega y Países Bajos, Donald Tusk, Keir Starmer, Ulf Kristersson, Jonas Gahr Store y Dick Schoof; así como por los presidentes de Francia y Finlandia, Emmanuel Macron y Alexander Stubb. También lo suscribieron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
Los líderes valoraron los esfuerzos del presidente estadounidense Donald Trump para impulsar “una paz justa y duradera”, aunque subrayaron que cualquier acuerdo debe garantizar la soberanía de Ucrania y la seguridad del continente europeo. Aseguraron que existe una “fuerte convergencia” entre Estados Unidos, Europa y Ucrania respecto a los principios que deben guiar el proceso.
Propuestas para un plan de paz y seguridad
Los firmantes insistieron en que un eventual acuerdo debe incluir un apoyo sostenido a las fuerzas armadas ucranianas, que —según su planteamiento— deberían mantenerse en un nivel de 800 000 efectivos en tiempos de paz, cifra superior a los 600 000 contemplados en el plan original de Washington. Esta propuesta coincide con la presentada recientemente por el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
Asimismo, reiteraron la necesidad de avanzar en la creación de una “fuerza multinacional para Ucrania”, liderada por Europa y conformada por países voluntarios dentro de la Coalición de Voluntarios, con respaldo estadounidense. Esta fuerza tendría funciones de apoyo militar, protección del espacio aéreo y resguardo de rutas marítimas, incluso mediante operaciones dentro del territorio ucraniano, una posibilidad rechazada por Rusia.
Supervisión del alto el fuego y garantías de seguridad
Los líderes europeos también pidieron establecer un mecanismo de monitoreo del alto el fuego liderado por Estados Unidos y con participación internacional, que permita detectar posibles ataques, atribuir responsabilidades y responder ante violaciones del acuerdo. Además, reclamaron garantías de seguridad vinculantes para Ucrania, similares a las ofrecidas por Washington bajo principios cercanos al artículo 5 de la OTAN, pero sujetas a aprobación del Congreso estadounidense.
Subrayaron que cualquier decisión sobre los territorios en disputa corresponde exclusivamente al pueblo ucraniano, una vez que existan garantías de seguridad sólidas. Respaldaron la posibilidad de que Zelenski convoque una consulta o referéndum en etapas posteriores del proceso.
Reconstrucción y responsabilidad por daños
Los líderes insistieron en que las fronteras internacionales no deben modificarse por la fuerza y que cualquier acuerdo debe proteger la estabilidad del área euroatlántica y el papel de la OTAN como garante de disuasión. También abogaron por destinar recursos significativos a la reconstrucción de Ucrania y reiteraron que Rusia debe compensar los daños causados, motivo por el cual la Unión Europea mantiene inmovilizados activos rusos.
La declaración conjunta refuerza la postura europea de acompañar las negociaciones impulsadas por Washington, pero dejando claro que la paz debe sustentarse en garantías firmes, supervisión internacional y el respeto pleno a la soberanía ucraniana.








