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La operación del Metro de Quito se detuvo brevemente esta mañana debido a un inesperado “invasor”: un perro y un gato ingresaron a las vías en la estación San Francisco, activando de inmediato los protocolos de seguridad del sistema y obligando a suspender temporalmente el servicio para evitar cualquier riesgo.
La reacción fue inmediata. Equipos de la Unidad de Bienestar Animal (UBA) ingresaron a la zona restringida para retirar a los animales de manera segura, garantizando la protección de los pasajeros y del personal operativo.
El primer rescate se realizó en el área de Talleres y Cocheras, donde el gato fue puesto a salvo. Actualmente se encuentra fuera de peligro y, gracias a la coordinación institucional, será acogido por la empresa CAF, constructora de los trenes del Metro, que se encargará de su cuidado y le proporcionará un nuevo hogar. El perro permanece en un área segura y restringida, y su rescate continuará fuera del horario de operación con apoyo de la UBA.
Aunque algunos viajes sufrieron retrasos, las autoridades enfatizaron que la prioridad fue proteger la vida y garantizar la seguridad de todos. Tras completar los protocolos, el Metro retomó su funcionamiento habitual, dejando atrás una “persecución peluda” que sin duda quedará en la memoria de los usuarios.
