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La repentina muerte de la jueza penal Vivian Polanía ha generado conmoción en Colombia. Su cuerpo fue encontrado el miércoles en su apartamento de Cúcuta, junto a su hijo de apenas un mes y medio. Polanía, conocida por su estilo poco convencional y activa presencia en redes sociales, había denunciado acoso laboral de parte de sus superiores y recibido amenazas por sus investigaciones contra bandas del crimen organizado en la ciudad fronteriza con Venezuela.
La Policía informó que la jueza fue hallada en su cama por la tarde, tras la alerta de su escolta que no logró comunicarse con ella desde la noche anterior. El comandante de la Policía Metropolitana, Fabio Ojeda, indicó que no se encontraron señales de violencia y que Medicina Legal determinará las causas de la muerte. El bebé se encuentra estable en una Unidad de Cuidados Intensivos.
Polanía se destacó en los últimos años por desafiar los cánones tradicionales de la judicatura. Se hizo conocida por participar en audiencias virtuales de forma poco convencional, publicar fotos en traje de baño y participar en actos controvertidos dentro del Palacio de Justicia de Cúcuta. A pesar de las críticas, defendía su derecho a tener una vida personal y denunció hostigamiento y sobrecarga laboral que le provocaron ansiedad.
Tras la noticia, líderes políticos y ciudadanos expresaron su consternación y solidaridad con la familia de la jueza. Además, expertos y defensores de derechos humanos han subrayado la urgencia de reforzar la seguridad para los funcionarios judiciales en zonas con alta presencia de crimen organizado y esclarecer plenamente las circunstancias de su fallecimiento.
Vivian Polanía será recordada tanto por su labor judicial, especialmente en casos de crimen organizado, como por su defensa de la libertad personal y su lucha contra el hostigamiento dentro del sistema judicial.
