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La Fundación Renacer, que agrupa a pacientes con esclerosis múltiple y otras enfermedades desmielinizantes, ha emitido una grave advertencia sobre las consecuencias que podría acarrear la falta de acceso a tratamientos médicos para estos pacientes.
El presidente de la fundación, Roberto Rodríguez, detalló que actualmente 80 pacientes están enfrentando serias dificultades para acceder a sus tratamientos médicos. De ellos, alrededor de 30 se encuentran en lista de espera para un cambio de medicamento o para ser incorporados al programa de Medicamentos de Alto Costo.
Además, otros 50 pacientes, que actualmente reciben medicación a través de un programa de ayuda humanitaria de un laboratorio farmacéutico, perderán este beneficio en diciembre próximo, lo que podría poner en riesgo su salud de forma grave.
“La esclerosis múltiple no aguarda. Para estas condiciones no puede haber lista de espera. Necesitamos respuestas urgentes”, expresó Rodríguez durante el encuentro, realizado en el edificio Spirit, en la avenida Tiradentes de la capital.
En su intervención, el presidente de la fundación destacó que la falta de medicación puede provocar crisis severas en los pacientes, afectando sus capacidades motoras, cognitivas y visuales, lo que deterioraría aún más su calidad de vida.
Rodríguez hizo un llamado a las autoridades para que actúen con rapidez, señalando que el Programa de Medicamentos de Alto Costo no está cubriendo adecuadamente las necesidades de todos los pacientes que requieren estos tratamientos. Además, lamentó que, a pesar de las gestiones realizadas, no ha recibido respuesta concreta por parte del Ministerio de Salud Pública ni de la DAMAC.
Por su parte, Rose Mary Cruz Mejía, vicepresidenta de la fundación, y Edwin Díaz, vocero de los pacientes, también tomaron la palabra para exigir una solución inmediata ante lo que calificaron como una crisis de salud pública que afecta a los pacientes más vulnerables.
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune crónica que afecta al sistema nervioso central, donde el sistema inmunitario ataca la vaina de mielina, la capa protectora que recubre las fibras nerviosas, lo que puede causar deterioro en la función de los nervios. Los pacientes con esta enfermedad requieren un seguimiento constante y un acceso adecuado a tratamientos que frenen su progresión y mejoren su calidad de vida.
