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Un informe confidencial del Servicio Federal de Inteligencia de Alemania (BND) de 2020 sugiere que existe una alta probabilidad, entre el 80% y el 90%, de que el COVID-19 se originara accidentalmente en el Instituto de Virología de Wuhan, China. Este análisis, parte de la operación «Proyecto Saaremaa», indica que en el laboratorio se realizaban experimentos para modificar virus con el fin de aumentar su transmisibilidad en humanos y que se detectaron posibles violaciones de las normas de seguridad.
Aunque el informe no presentó pruebas concluyentes, fue compartido con la CIA en 2022, que también consideró plausible el origen del virus en investigaciones de laboratorio, aunque con baja confianza. A pesar de estas evaluaciones, no existe un consenso científico definitivo sobre el origen del COVID-19, y China mantiene que la investigación debe ser liderada por científicos, rechazando la teoría de la fuga de laboratorio como poco probable.
Además, el Comité de Control Parlamentario del Bundestag ha instado al gobierno alemán a hacer públicos estos hallazgos, enfatizando el interés público en esclarecer el origen de la pandemia.
Fuentes: infobae
