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Al menos 82 personas han fallecido y otras cien han resultado heridas en Yemen desde el 1 de agosto, como consecuencia de las intensas lluvias y fuertes vientos que han provocado inundaciones y riadas repentinas en todo el país, según informó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).
Hasta el 30 de septiembre, cerca de 455,500 personas han sido afectadas por daños materiales y desplazamientos en 156 distritos de 20 provincias. Las zonas más golpeadas incluyen la provincia de Marib, con 61,824 personas afectadas en el distrito de Al Wadi y 43,274 en la ciudad de Marib. En la provincia costera de Al Hodeidah, el distrito de Al Juja registra 50,610 damnificados, en una zona que ya presenta una de las tasas de desnutrición más altas del país.
La OCHA advirtió que las labores de socorro enfrentan serias dificultades debido al conflicto armado que afecta a Yemen desde 2014 y a las deficiencias en infraestructura. Se prevé que las lluvias continúen en el oeste del país en los próximos días, lo que podría agravar aún más la situación.
Según el Panorama de las Necesidades Humanitarias para 2025, se estima que 19.5 millones de personas requerirán asistencia humanitaria, cifra que supera los 18.2 millones registrados en 2024. La inseguridad regional, el deterioro económico, la escalada de hostilidades y los efectos del cambio climático configuran un escenario crítico para las personas desplazadas internas, migrantes y comunidades de acogida.
