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La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, confirmó este jueves que la Casa Blanca analiza prohibir la entrada a más de 30 naciones, aunque evitó revelar los nombres de los países implicados.
“No voy a dar cifras exactas, pero estamos hablando de más de 30”, aseguró Noem en una entrevista con Fox News, al ser consultada sobre si la lista alcanzaría los 32 estados.
Según explicó, la evaluación sigue en curso, ya que el gobierno norteamericano busca identificar países “que no cuentan con un gobierno estable y que no pueden colaborar con nosotros para verificar la identidad de sus ciudadanos”. “Si no nos ayudan a investigar, ¿por qué deberíamos permitir que sus nacionales entren a Estados Unidos?”, añadió.
Estas declaraciones se producen pocos días después de que la funcionaria recomendara la “prohibición total de viaje” desde territorios que, según sus palabras, “envían al país a asesinos, parásitos y personas dependientes de subsidios”, sin mencionar estados específicos en aquel momento.
El presidente Donald Trump ya había firmado en junio una proclamación que impedía el ingreso de ciudadanos de una docena de países, incluyendo Afganistán, Birmania, Guinea Ecuatorial, Haití e Irán, y restringía parcialmente la entrada de personas de otros siete, entre ellos Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.
La medida podría afectar a miles de extranjeros en proceso de regularización. La administración anunció la suspensión temporal y la revisión exhaustiva de trámites de Green Card para ciudadanos de 19 naciones priorizadas por razones de seguridad nacional, tras un ataque armado cerca de la Casa Blanca a fines de noviembre.
Voceros oficiales y agencias internacionales informaron que la nueva política contempla controles adicionales sobre la veracidad de documentos y los antecedentes de muchos solicitantes, generando incertidumbre legal y administrativa en la comunidad migrante.
De acuerdo con Reuters, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) publicó a finales de noviembre directrices para detener temporalmente la tramitación de solicitudes de residencia permanente de extranjeros procedentes de Afganistán, Haití, Irán, Somalia, Sudán, Yemen, Birmania, Burundi, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Laos, Libia, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán, Cuba y Venezuela.
Funcionarios federales indicaron que estas medidas se tomaron tras identificar a un ciudadano afgano como sospechoso del ataque contra miembros de la Guardia Nacional, lo que motivó un refuerzo de los controles sobre las solicitudes migratorias.
Este anuncio se enmarca en una serie de restricciones que la administración estadounidense ha implementado en los últimos años, dirigidas principalmente a nacionales de países incluidos en listas de monitoreo de seguridad. El ataque de noviembre en Washington derivó en una revisión considerada de “alcance sin precedentes” por el volumen de expedientes afectados y la extensión de los controles, según reportaron agencias internacionales.








