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La Corte Penal Internacional (CPI) sentenció este martes a 20 años de cárcel a Ali Muhammad Ali Abd al Rahman, alias ‘Ali Kushayb’, exlíder de las milicias yanyauid, por 27 cargos de crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos en Darfur entre 2003 y 2004.
Esta decisión representa la primera condena relacionada con la violencia ocurrida durante el régimen de Omar al Bashir en Sudán.
Durante la audiencia, Abd al Rahman escuchó el veredicto con expresión seria y vestido con traje azul claro.
El tribunal subrayó que los ataques en las localidades de Kodoom, Bindisi, Mukjar y Deleige, al oeste de Darfur, causaron un impacto profundo y duradero en la población, y fueron perpetrados con extrema crueldad y motivaciones discriminatorias.
La sentencia marca un precedente histórico al reconocer por primera vez la persecución basada en el género como delito de lesa humanidad, ampliando la tipificación legal de estos crímenes. La Fiscalía había solicitado cadena perpetua, mientras que la defensa alegó la avanzada edad del acusado (76 años) y solicitó una pena reducida, argumentos que fueron en gran parte rechazados por el tribunal.
Solo se reconocieron tres factores atenuantes de efecto limitado: la entrega voluntaria a la CPI en 2020, su buena conducta en detención y su edad avanzada. Además, se descontará de la pena el tiempo que Abd al Rahman ha permanecido detenido desde su entrega.
La representante de las víctimas enfatizó que la sentencia busca impedir que el exmiliciano regrese a Darfur y recordó que los ataques constituyeron una “campaña deliberada de exterminio, humillación y desplazamiento”, ordenada por el acusado y no un conflicto tribal. Abd al Rahman es considerado un colaborador cercano del expresidente Omar al Bashir, quien también enfrenta órdenes de arresto de la CPI por genocidio, crímenes de guerra y de lesa humanidad. Fiscalía y defensa cuentan con 30 días para apelar la condena.








