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La Administración del presidente Donald Trump anunció un endurecimiento significativo de las restricciones de viaje a Estados Unidos, que ahora afectan a siete países y a personas que portan documentos emitidos por la Autoridad Palestina. La medida incluye una prohibición total para cinco países y restricciones parciales para otros 15.
Los países recién añadidos a la lista de prohibición completa son Burkina Faso, Malí, Níger, Sudán del Sur y Siria. Por su parte, Angola, Antigua y Barbuda, Benín, Costa de Marfil, Dominica, Gabón, Gambia, Malawi, Mauritania, Nigeria, Senegal, Tanzania, Tonga, Zambia y Zimbabue estarán sujetos a limitaciones parciales de ingreso.
Las nuevas medidas afectan tanto a visitantes temporales como a quienes buscan emigrar a Estados Unidos. No obstante, quedan exentos quienes ya poseen un visado vigente, los residentes permanentes legales, ciertos titulares de visas especiales —como diplomáticos o deportistas— y casos que se consideren de interés nacional. Las restricciones entrarán en vigor a partir del 1 de enero.
En cuanto a la Autoridad Palestina, la medida prohíbe directamente la emigración de sus ciudadanos, luego de meses en los que ya se habían impuesto requisitos que dificultaban la obtención de visados por turismo, estudio o trabajo.
La Casa Blanca justificó la decisión citando corrupción, documentos civiles poco fiables, antecedentes penales incompletos, altos niveles de permanencia irregular y la negativa de algunos países a readmitir ciudadanos deportados. Además, mencionó motivos de seguridad nacional, política exterior y estabilidad gubernamental.
Organizaciones de derechos humanos y defensores de inmigrantes criticaron la medida, argumentando que se utiliza la seguridad nacional como pretexto para discriminar por origen. Laurie Ball Cooper, del Proyecto Internacional de Asistencia a los Refugiados, calificó la decisión como un intento de “demonizar a personas por su país de procedencia”.
La expansión de las restricciones también afecta a afganos que colaboraron con Estados Unidos durante la guerra de dos décadas, eliminando la excepción que les permitía obtener un visado especial de inmigrante por su apoyo directo al esfuerzo bélico estadounidense.
Gobiernos de los países afectados, como Dominica y Antigua y Barbuda, iniciaron consultas con Washington para aclarar el alcance de las nuevas medidas. La Administración Trump también revisó restricciones previas: se endurecieron las de Laos y Sierra Leona, mientras que Turkmenistán recibió una leve flexibilización. El resto de las medidas anunciadas en junio se mantienen vigentes.








