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La Princesa de Asturias, Leonor, ha dado un paso histórico en su formación militar al realizar su primer vuelo en solitario en la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier, pilotando el avión Pilatus PC-21 en lo que en la jerga aeronáutica se conoce como la “suelta”. Este hito se cumple tras cuatro meses de intensa preparación como alférez del Ejército del Aire y del Espacio.
La Casa Real informó este viernes que, para llegar a esta etapa, la joven heredera completó la formación teórica, múltiples horas en simulador y vuelos acompañados, alcanzando todas las competencias necesarias para pilotar con seguridad su primera aeronave sin instructor. El histórico vuelo tuvo lugar el jueves 18 de diciembre, marcando un momento trascendental en su trayectoria militar.
Durante estos meses en San Javier, Leonor ha compartido su formación con 74 compañeros –60 hombres y 14 mujeres– en la última fase de su adiestramiento, tras pasar previamente por la Academia General Militar de Zaragoza, la Escuela Naval de Marín y el buque Juan Sebastián Elcano.
La Casa Real difundió 19 fotografías exclusivas que capturan distintos momentos del vuelo: desde la cabina del Pilatus, el despegue, el aterrizaje, hasta el saludo a sus compañeros, donde se aprecia orgullosamente el parche que certifica su primer vuelo en solitario. También se mostraron imágenes de la preparación previa, la revisión del avión, ejercicios de simulador y entrenamientos de supervivencia en el mar, así como la jura de bandera celebrada durante la festividad de la Virgen de Loreto, patrona de los aviadores.
El Pilatus PC-21, avión suizo de entrenamiento avanzado que sustituye al histórico C-101, ha sido el protagonista de esta etapa, un modelo que también pilotó el rey Felipe VI en su visita a la academia el pasado junio. Antes de la “suelta”, Leonor acumuló unas 50 horas en simulador, más otra cantidad similar de vuelo con instructor, hasta alcanzar la maestría necesaria para tomar los mandos en solitario.
Con este logro, la Princesa de Asturias no solo da un salto en su formación militar, sino que se consolida como la próxima heredera capaz de asumir con responsabilidad y coraje los retos que le esperan en su futuro como monarca.
